La mujer convierte la bicicleta en un complemento de la indumentaria y en una prolongación de la personalidad

Desde pequeñas aprendemos a montar en bicicleta y creamos hermosos recuerdos de personas, paisajes y momentos. Ya en la juventud abandonamos los juegos y nos dedicamos a construir nuevas rutinas que con el tiempo se vuelven monótonas y sin ninguna emoción. Pero que maravillosa sorpresa es redescubrir que aquel juego de niños puede incorporarse a nuestras rutinas diarias para llenar de emocionantes experiencias nuestros recorridos por la ciudad, la bicicleta reactivó la diversión en mi rutina, la capacidad de maravillarme con paisajes que pasaron por mucho tiempo inadvertidos, la posibilidad de cuidar mi salud a la vez que aporto un granito de arena a la protección de la naturaleza y contribuyo a la movilidad de la ciudad.

Hay que aceptarlo, las mujeres tenemos una gracia especial para apropiarnos del espacio que habitamos, somos partícipes del cuidado del medio ambiente y en ese orden de ideas la bicicleta, según su diseño, es un elemento ligero, lleno de gracia y ante todo, libertad.


Eso sí, para moverse en bicicleta por la ciudad, tanto para hombres como mujeres, es fundamental conocer las normas de tránsito, anunciar tus movimientos con los brazos (giro a la izquierda, a la derecha, parada), no pasarse los semáforos en rojo, permanecer en la derecha y evitar los puntos ciegos de los vehículos cuando vas o estás detenida. Por otro lado es importante ponerle luces a la bici para pedalear de noche, usar chaleco reflectivo y sin discusión alguna, usar el casco.

Para vencer la inseguridad por la delincuencia, no hay más remedio que pedalear en grupo o moverse por las calles más transitadas. Sí, es molesto pero ¿qué más podemos hacer? Hay personas afortunadas que cuentan con seguro para su bicicleta, pero somos otros los que la tenemos hace siglos y de eso ni se hablaba cuando la conseguimos.
No hay nada de malo en ponerse tacones y vestido para moverse en bicicleta, aunque por el solo hecho de pedalear por la ciudad ya se agrega un atractivo a cualquier mujer. Chicas, moverse en bicicleta es rico, no es sino cuestión de recordar lo que es pedalear, tomarse confianza y así, no resta más que salir a disfrutar la ciudad. Se darán cuenta de que la perspectiva es distinta, al llegar se sentirán más animadas, enérgicas y el uso constante nos pondrá cada día más hermosas. Por otro lado, es muy gratificante avanzar mientras se pedalea en medio de un trancón y ver los carros quietos, sin poderse mover.

Alguien por ahí, dijo una vez “La mujer tiene una gracia especial para adueñarse del medio ambiente… La mujer convierte la bicicleta en un complemento de la indumentaria y en una prolongación de la personalidad. La bicicleta es ligera, frágil y redondeada como la mujer”.

Ahora, chicas…  ¿Qué esperan para decir “Yo voy EnCicla”? Usa las bicicletas publicas de tu ciudad

Desde el Sistema de Bicicletas Públicas del Valle de Aburrá invitamos a todas las mujeres a sumarse a la onda de la movilidad sostenible con el uso de la bicicleta como medio de transporte. Porque sabemos que son valientes y que con su voluntad mueven el mundo las invitamos a dejar sus temores a un lado y a que asuman el reto de experimentar la libertad de recorrerla ciudad en bicicleta. 

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